Una cambio social dentro de la empresa requiere un cambio de comportamiento. Y al referirme a cambio social, me refiero a un acercamiento a convertir a la organización en una empresa 2.0.
Se exige a los empleados para cambiar que modifiquen la forma en que hacen su trabajo y que deben de pensar de manera diferente.
Se requiere que los líderes de las organizaciones para darse cuenta y adaptarse a los clientes sociales, rompan estructuras organizacionales rígidas, capaciten a los equipos y a los empleados para compartir conocimientos a través de las funciones de trabajo y zonas geográficas, pero sobre todo se necesita invertir en la tecnología de las empresas sociales que ayudarán a facilitar la colaboración y el intercambio de conocimientos.
Estas iniciativas de gestión del cambio en las organizaciones tienen que ser impulsadas desde el lider y llegar a todos los niveles de la organización, desde la alta dirección, pasando por los mandos intermedios y hasta el empleado de menor nivel dentro de la misma. De lo contrario, el cambio no se producirá. Esto significa que los líderes no sólo deben hablar de cambiar la organización, sino que deben de ser un ejemplo de los comportamientos que realmente faciliten el cambio y la práctica en la nueva forma de trabajar. Ellos deberán de ser los primeros en demostrar un cambio social.Si los líderes empresariales no están completamente meidos en el cambio de la cultura, o mejor dicho, son los que realmente conducen a ello, sólo habrá cambios menores en ciertos departamentos de la organización como marketing, atención al cliente u otra unidad de negocio determinado.
Toda la tecnología en el mundo no va a cambiar los comportamientos. Y el cambio de una organización es algo más que decir “queremos ser una organización social”. Los líderes tienen que ejemplificar los comportamientos que ellos quieren que adopten sus equipos.
Pasar a ser una empresa social (medios de comunicación social) no es sólo la comunicación. No se trata de la tecnología. Se trata de la gestión del cambio en sentido estricto.
Si realizas entre los miembros de una empresa una encuesta sobre lo que hay que cambiar para convertirse en una organización más 2.0 (social), tres son las respuetas clave: cultura, procesos y tecnología.
Pero es en la primera, el cambio de cultura, la prioridad número uno que los CEOs (líderes) deben pensar cuando se trata de transformar sus organizaciones.
Ahora bien, esto plantea la pregunta. ¿Qué pasa si el ‘mandamás’ se resiste al cambio? O tal vez él o ella no está interesado en convertir su empresa hacia social media.
Aquí es donde el agente o motivador del cambio social empresarial entra en juego pudiendo ser uno o más individuos en una organización los que promuevan ese deseo de cambiar.
Día a día las organizaciones se dan cuenta de que poseen estructuras cerradas e inamovibles. Pero tambien se dan cuenta de que el mundo está cambiando, de que el cliente social (usuarios de los medios de comunicación social) está ganando influencia. Esto motiva que la participación sea obligatoria.
Los clientes y los empelados pueden convertirse en defensores de nuestra marca si se presta atención al trato que se les da y se consigue el que puedan ser embajadores de la marca de nuestra organización.
Pero por desgracia, mientras que el paisaje externo está cambiando rápidamente, la mayoría de las organizaciones permanecen estancadas, lentas y atascadas en sus viejas costumbres. Entonces, ¿quién es o debería ser el promotor y gestor del cambio social?
Para dar esta repuesta os dejo un gráfico en el que se muestra lo que debería de hacer la persona o agente responsable de realizar el cambio social en las organizaciones: